¿EL PORQUE?

Este blog, surge de la necesidad de desarrollar una afición que tengo desde mí mas tierna infancia, con la esperanza de poder intercambiar información sobre el mejor amigo del hombre, que como la mayoría del mundo sabe es el perro.

El nombre procede de mis dos perras Blue Angel Star (Silver) y Belle White Queen (Queen), las no cambiaria por nada del mundo ya que son parte de la alegría de mi vida y quien me devuelve el animo cuando mis fuerzas flaquean, de ellas recibo todo el cariño sin pedir nada a cambio, por eso me reitero en que son excepcionales.
El perro es un animal que me ha acompañado en toda mi vida ya que desde mi primeros años siempre ha estado presente y siempre me ha parecido un animal excepcional.


En este blog presento plasmar un poco lo que son los orígenes y la historia del perro; tal y como lo conocemos hoy día; así como hablar un poco de cada raza que hay, los diferentes grupos en los que se clasifican, curiosidades, historias que por una razón u otra merecen ser contada, etc.

Espero que a través de el la gente que le gustan o el que esta empezando a conocerlos pueda aprender un poco mas de este tema y le pueda de algún modo servir de ayuda.

Espero que os entretenga y os guste.

sábado, 13 de febrero de 2010

RAZAS EGIPCIAS

Estos perros estan abundantemente represntados en Egipto.Los perros y también los gatos, tuvieron una presencia importante en la civilización egipcia, Anubis, el dios de los muertos Es dificil sabes si Anubis, el dios de los muertos, es un perro o un chacal, aunque lo arqueólogos hayan optado generalmente por la primera version. Por lo demás, los perros de Egipto no permanecerán estables y variarán con las épocas.
una estela de Antifa II, que data de la X dinastía, nos muestra las principales razas existentes en tiempos de los faraones. Se pueden distinguir cuatro razas de perros: un lebrel de Dalmacia de origen nubio, utilizado aún en la caza de gacelas, un tipo de dingo, un moloso y un perro de guarda de poca alzada.
En el Medio Imperio (2000 años antes de la Era Cristiana) aparece el basset. Su paso por la historia de Egipto será breve. No se presenta ya en el Alto Imperio. Con él parecen haber desaparecido también los antiguos sloughis de cola enrollada, y los perros de guarda de tamaño medio y orejas erguidas. El perro más conocido en el Alto Imperio es un lebrel de patas largas y larga cola. Sus orejas, bastante grandes, unas veces son erectas y otras caídas. De la invasión de los hicsos, que sobrevino en el transcurso del período anterior, Egipto conservó los molosos. Estos perros, poderosos y belicosos, se convirtieron en auxiliares de los combatientes. Se los ha representado corriendo junto a los carros de su amo y rematando a los enemigos que huían. El joven Turankamon se hizo pintar de esta suerte persiguiendo a los nubios.
Sumerios y asirios empleaban también normalemente a los molosos en caza y en la guerra. Los maravillosos bajorrelieves realizados bojo el reinado de Asurbanipal (s,VI a.de J.C:)da testimonio de sus servicios.





Otro dios representado por un perro era adorado en la ciudad de Abydos llamado Khentementin; en Assiut en cambio, había un dios-chacal, Upuaut.

Indudablemente en el antiguo Egipto, los cánidos tenían cierta predilección con todo lo relacionado a difuntos, se cree que era por el hábito de los perros de vagabundear por la noche en los cementerios.

Hacia el final de la V dinastía el prestigio de Anubis disminuye en el ámbito funerario, probablemente por el aumento de prestigio de Osiris que eclipsa a Anubis, aunque por supuesto por las características conservadoras de esta civilización esta preponderancia de un dios sobre otros lleva varias dinastías.

Vale destacar que, antes de Anubis, quizás anterior al 4.200 años a.C. en el alto Egipto otro perro ya había conocido las alabanzas como un dios, éste era Seth, el lebrel de cola enroscada.

El gusto de los egipcios por la caza y luego de haber fracasado en tratar de domesticar a lobos y chacales, se inclinan hacia galgos y sabuesos excelentes para la caza de gacelas, antílopes, liebres y otras presas. El hecho de no existir grandes fieras como leones o tigres y otros felinos de gran tamaño es probable que por esta razón solamente se criaran los crueles molosos solo para el combate en las guerras.

En Egipto existieron cuatro razas principales de perros: un lebrel de Dalmacia de origen nubio, utilizado en la caza de la gacela, un tipo dingo, un moloso y un perro de guarda no muy grande que se caracterizada por tener piernas muy cortas, éste era un perro muy extraño, ya que su pecho parecía rozar el suelo. (Ver imágenes)
El perro más conocido en el Alto Imperio es un lebrel de patas largas y larga cola, sus orejas bastante grandes, a veces erectas y otras caídas. En el período anterior con la invasión de los hicsos (provenientes de Asia Central), éstos trajeron molosos conocido como mastín mesopotámico o asirios que Egipto una vez liberada de esta invasión conservó esta raza de perros, animales poderosos y guerreros que se convirtieron en excelentes auxiliares de los combatientes egipcios, se lo ha representado en pinturas corriendo junto a los carros y rematando a los enemigos que huían. El joven Tutankamon hizo pintar una escena (ver imagen) donde se lo observa persiguiendo a los nubios con estos perros, él dispara flechas sobre estos guerreros mientras son atacados a mordiscos por los molosos asirios de pelaje color crema y que tenían impresionantes collares con púas metálicas. (ver: el collar ).

Fueran molosos o lebreles, los perros en Egipto eran respetados y estaba prohibido matarlos y se condenaba esta actitud con la pena de muerte y el maltrato de animales se lo penaba con castigos corporales, los arqueólogos los han encontrado momificados junto a la tumba de su amo que tenían un gran cariño por sus perros ya que no eran sacrificados en el momento de su muerte sino que eran momificados (ver imagen) y depositados cerca de la tumba una vez que dejaran de existir por muerte natural, se los lloraba y se llevaba luto en su honor tanto como a su amo.

Aunque el gato era también muy respetado y protegido, en el 1500 a.C. parece ser que el perro toma una ligera ventaja sobre el felino y se envían emisarios a zonas lejanas con el fin de traer lebreles más ágiles y armoniosos para complacencia de los faraones.

domingo, 31 de enero de 2010

Edad de Bronce: cuatro tipos

En Europa Septentrional aparece en la Edad de Bronce otro tipo de perro, el "Canis Familiaris Inostranzewi", antepasado de los molosos, del dogo del Tíbet, del perro de los Pirineos, del Terranova y de todos los perros de pastor.
También en la Edad de Bronce, la raza canina se enriquece con el "Canis Familiaris Metris Optimae". Este perro acompañaba a los asiáticos forjadores y fundidores, que introducirían en Europa los objetos, utensilios y armas de metal.
Animal eminentemente respetable, puesto que se le reconoce generalmente como antepasado del pastor persa, del pastor alemán y de todos los perros pastores. El "Metris Optimae" parece surgir del cruce con el lobo indio. Su aspecto general se parece bastante al de un perro salvaje oriundo de Australia, el dingo.
El "Canis Familiaris Intermedius" se identifica con el fin del periodo prehistórico. Se supone que se cruzó con el perro de las turberas y el lobo, lo que explicaría en parte su descendencia: los perros de trineo como el samoyedo, son la cola enrollada de spitz y los ojos de lobo, el español del Tíbet, el barbet. Con el "Canis Familiaris Leineri" aparece el producto refinado de una selección de origen desconocido. Espontáneo o deliberada, sus resultados han sido notables. Algunos naturalistas han admitido que este lebrel podría haber sido engendrado por el cruce de perros y chacales. De cualquier manera, está demostrado que las cartas de nobleza del lebrel se remontan a la prehistoria. No obstante, los perros son raros en las representaciones prehistóricas. La escena de caza del jabalí de Hultane (conservada en el Museo de Göteborg) es excepcional. Representa nítidamente a un cazador armado con su arco, rodeado de una decena de perros.
El la región saharaui del Tassili, unas pinturas rupestres representan perros de caza de dos especies caracterizadas. Unos, de cabeza ancha y patas relativamente cortas, llevan la cola baja. Otros pertenecen a la especie "Leineri". Su grácil silueta y enrollada cola permiten identificarlos: lebreles.

jueves, 28 de enero de 2010

El perro de las turberas


A este “Canis Familiaris Putjani”, primera raza conocida, se suma en seguida otro perro, EL “Canis Familiaris Palustris”, llamado de las turberas, predominante en el norte de Europa –donde se sabe que las turberas constituyen un medio muy favorable para la conservación de animales y hombres- se han descubierto “perros de las turberas” que datan del 10.000 a.c. y cuyo estudio ha permitido concluir que dicha variedad tenía la apariencia de un spitz del norte de orejas cortas y rectas, pelo largo y cola enroscada por encima de los cuartos traseros. El perro está presente no sólo en los montones de conchas de las marismas del mar del Norte (aproximadamente 7000 a.c.) sino también en las paredes pintadas del tassili del Aijer en el Sahara y en las rocas grabadas del lago Onega en Rusia. Así, la domesticación de los perros se produjo simultáneamente en varios puntos del globo durante el mesolítico, lo que llevó en el neolítico a la aparición por selección de varias razas de perros, muy diferentes unas de otras, entre las que predominan dos tipos: el lebrel y el moloso. Los arqueólogos han encontrado testimonios de la presencia de estos perros desde comienzos del neolítico, concretamente restos de dientes en los huesos de otras especies animales. Puede admitirse razonablemente que esta animal, alerta y a veces agresivo, fuera muy pronto un auxiliar del cazador y un guarda. Asentado principalmente; como ya mencione anteriormente; en el Norte de Europa, donde ya servía como perro de trineo, como atestiguan ingenuos grabados en astas de reno, el pero de las turberas, dos mil años antes de la primera gran civilización egipcia, invadirá en Globo en cuatro direcciones.
Hacia el Este (Rusia, Europa Central y Asia), el Sudeste (Oriente Medio), el Oeste (Islas Británicas) y el Sur (España). En este último país, todavía en la actualidad puede encontrarse un perro muy parecido.
De España pasa a África del Norte, donde los cánidos son desconocidos. Su llegada coincide con la aparición de los primeros perros egipcios, venidos de Oriente. El “Canis Palustris” es también hermano de un perro cuyas osamentas fueron descubiertas en las antiguas tumbas de Melanesia y Polinesia.
De esta época datan los frescos rupestres de Alemania Occidental que sólo nos muestran una raza única de tipo spitz, de orejas erectas y cola enrollada sobre la espalda, que es, sin duda, un perro de turberas.
En España, por el contrario, otros frescos esquematizan dos razas distintas: una identificada con las representaciones alemanas; otra tipo pastor, parecido al beauceron, de orejas quebradas y cola menos espesa.

DESDE LOS ORIGENES A LA CONQUISTA ROMANA


El perro en la sociedad humana aparece en Europa en la época intermedia entre el paleolítico y el neolítico, hace unos 20 mil años, el perro acompañaba a los cazadores siberianos. Este lejano antepasado, ya domesticado, desciende probablemente del “Tomaretus”, predador de poca alzada, abuelo del lobo y del chacal. El perro domestico o “Canis Familiaris”, así llamado por Linneo, naturalista sueco del siglo XVIII, pertenece a la familia de los cánidos.
De este primer contacto entre el hombre primitivo y el perro aun en estado salvaje nacería un íntimo lazo que continuó estrechándose con los años. En una sepultura Palestina y en una cueva iraquí se han descubierto osamentas de hace 12 mil años a su vez se han encontrado osamentas de perro cerca de esqueletos humanos en estaciones neolíticas.

martes, 26 de enero de 2010

INTRODUCCION


Según una leyenda de los indios norteamericanos, el Dios Nagaicho creó el mundo. Primero puso cuatro columnas para sostener el cielo en alto y separarlo de la tierra. Luego, se fué a pasear por el mundo, e iba creando cosas para llenarlo. La leyenda especifica cómo hizo al hombre y a la mujer, cómo creó los ríos, y cómo fué creando a los animales, uno por uno. Todos los animales, excepto el perro. En ninguna parte de la leyenda se muestra al Dios creando al perro. Cuando Nagaicho se fué a pasear, ya llevaba un perro con él. El Dios ya tenía un perro. Por lo visto, la idea de que álguien fuese paseando sin un perro al lado, era impensable: El perro siempre ha estado aquí.
Aparte de esta leyenda, estos animales nos acompañan ya desde la edad media, ayudándolos en el pastoreo, en la caza, la vigilancia del hogar, y otras tareas. Y sin embargo, no sabemos exactamente su procedencia o resulta muy escueta. Todas la razas de perros domésticos pertenecen a la especie canis familiaris. Pero la cuestión clave, sujeta aún a debate, y que parece poco probable que se pueda aclarar indiscutiblemente, es si el perro doméstico es una versión domesticada de alguno de los cánidos salvajes. La opinión más extendida es que proviene del lobo. En algunas especies de perros las diferencias son mínimas, y en cuanto a carácter y comportamiento social, no hay prácticamente diferencias. De hecho, se pueden entender muchos comportamientos del perro simplemente pensando cómo interactúan los lobos en la manada. La gran variedad de razas de perros existente, se debe a que dependiendo del lugar o de la época, se partía de la especie de lobo local; el hombre seleccionaba las características deseadas, conservando unas y descartando otras, dando lugar al aumentando estas diferencias.